No usa un posicionador de bloque de espuma para pierna: ayude al paciente a subir a la mesa de exploración y colóquelo en el centro de la misma, como se describe a continuación. Utilice la línea central de la mesa como referencia para alinear al paciente. Los brazos del paciente deben quedar cruzados sobre el pecho, alejados de los laterales de ambas caderas. Seleccione Posición de la barra de herramientas Nueva medición. El brazo del escáner se mueve a la posiciónde inicio aproximada. Se muestra un gráfico con la posición correcta del paciente y la posición de inicio de la medición. • OneScan™no usa un posicionador de bloque de espuma para pierna: Utilice la línea central de la mesa como referencia para asegurarse de que la abrazadera del pie esté centrada. Alinee la línea central con la guía que se encuentra en la base de la abrazadera del pie. Gire internamente las piernas del paciente y asegure sus pies con la abrazadera para los pies (GE-Lunar sugiere no quitar los zapatos). 3. Posición del láser Utilice el gráfico que se muestra para ajustar la posición de la luz del láser. Coloque la luz del láser a aproximadamente 5 cm por debajo del ombligo del paciente y en el mismo plano longitudinal que la línea intermedia del paciente. 4. Seleccione Iniciardesde la barra de herramientas Nueva Mediciónpara iniciar la medición. Monitorice la imagen para asegurarse de que sea correcta. 5. Asegúrese de que la columna esté en el centro de la imagen, L4 (1) se muestra en su totalidad, la parte superior de L5 (2) se muestra en los primeros 1 a 2 barridos para Prodigy, 5 a 15 líneas de exploración para DPX. (3) Se muestra aproximadamente 1/2 de T12. Si la imagen no es correcta, seleccione Interrumpir, vuelva a situar la luz de láser y reinicie la medición. 6. Si desea llevar a cabo otra medición para el paciente, seleccione Configuración de la barra de herramientas Nueva medición. Consulte el tema Pantalla Nueva medición para las funciones adicionales de la pantalla. 7. Una vez que haya completado las mediciones para el paciente, seleccione Inicio para mover el brazo del explorador a la posición de inicio. 8. SeleccioneCerrar para salir de la pantalla Nueva medición. Consulte el tema Pantalla Nueva medición para funciones adicionales de la pantalla.
Los requisitos de colocación para una medición de Columna AP dependen de si se ha elegido utilizar el bloque de espuma posicionador para las piernas en la pestaña Medir opciones del usuario.
El bloque de espuma no se debe utilizar si se marca OneScan™ para una medición específica, pero se debe usar si OneScan™ no está marcado para la medición. En el caso de mediciones con OneScan™, el cálculo de las puntuaciones T asume que no se usa un bloque de espuma. 1. Bloque de espuma para pierna • Si está utilizando el bloque posicionador de pierna de espuma: Ayude al paciente a subir a la mesa de exploración y colóquelo en el centro de la misma, como se describe a continuación. Utilice la línea central de la mesa como referencia para alinear al paciente. Los brazos del paciente deben estar sobre la mesa de exploración, a los lados del cuerpo del paciente. • Advertencia: retire el bloque de espuma para las piernas antes de colocar el brazo del escáner y inmediatamente después de que haya finalizado la exploración de Columna AP.
Seleccione Posición de la barra de herramientas Nueva medición. El brazo del escáner se mueve a la posiciónde inicio aproximada. Se muestra un gráfico con la posición correcta del paciente y la posición de inicio de la medición. • Si utiliza el bloque de espuma para las piernas: Utilice el bloque de apoyo para elevar las piernas del paciente. Asegúrese de que los muslos del paciente formen un ángulo de 60°a 90°con la parte superior de la mesa. Este paso ayuda a separar las vértebras y a aplanar la zona lumbar.
Los densitómetros óseos se utilizan para evaluar la densidad del hueso y para detectar osteoporosis y fracturas óseas en pacientes. La exploración con densitómetro óseo también se denomina exploración DEXA y es el método estándar para medir la densidad mineral ósea (DMO).
La osteoporosis afecta a millones de personas en todo el mundo y se estima que una de cada dos mujeres y hasta uno de cada cuatro hombres mayores de 50 años se romperán un hueso debido a la osteoporosis.
El densitómetro óseo es una máquina útil y específica que no recibe tanto cariño como se merece, pero es importante estar informado sobre los dos tipos diferentes de densitómetros óseos al considerar uno para su instalación: Pencil Beam DXA o Fan Beam DXA .
Haz de lápiz
El Pencil Beam DXA fue el primer método utilizado para densitómetros óseos. Utiliza un haz singular de rayos X para producir una imagen. El Pencil Beam crea escaneos muy precisos, pero los escaneos en sí toman más tiempo, ya que el rayo único tarda un poco en escanear todo el cuerpo. Para instalaciones con poco tráfico que planean escanear no más de 15 pacientes al día, el Pencil Beam es una excelente opción.
Haz en abanico
El Fan Beam DXA (haz de ventilador de gran angular) no existe tanto tiempo como el método Pencil Beam, ya que solo se introdujo a principios de la década de 2000. Sin embargo, se ha convertido en una opción confiable para las consultas que necesitan escanear una gran afluencia de pacientes, ya que proporciona tiempos de escaneo mucho más cortos que el Pencil Beam. El Fan Beam utiliza múltiples haces de rayos X para barrer todo el cuerpo en lugar de solo uno, lo que resulta en tiempos de escaneo más cortos, pero a costa de una distorsión mínima de la imagen debido a la ampliación del tejido.
Además de Pencil Beam y Fan Beam, también existe el Fan Beam de ángulo estrecho . Fue creado por GE Healthcare y se utiliza exclusivamente para su línea Lunar Prodigy . El haz de ventilador de ángulo estrecho todavía usa múltiples haces de rayos X para barrer todo el cuerpo, pero también usa múltiples pases para obtener más imágenes. Luego, estas imágenes se compilan para adquirir las mejores ventajas de las máquinas Pencil Beam y Fan Beam: la calidad de imagen cristalina y la precisión del Pencil Beam, junto con la velocidad del Fan Beam.
El proceso de envejecimiento conlleva un deterioro de la capacidad física debido a los cambios que se producen en el sistema musculoesquelético, con pérdida de masa muscular y ósea, y con pérdida de elasticidad de los tejidos. Todo ello provoca una menor fuerza y calidad muscular. Son los propios cambios biológicos, que se producen a medida que envejecemos, los que provocan estos síntomas, pero también la falta de ejercicio y una dieta desequilibrada influyen en que ese descenso de la masa muscular se acentúe y acelere más de lo normal.
Qué es la sarcopenia
Sarcopenia es un término relativamente nuevo, acuñado, hace tres décadas, por el neurólogo investigador de la Universidad de Harvard Irwing Rosenberg para poner nombre a una patología intrínsecamente unida al proceso natural de envejecimiento. Se trata de la pérdida progresiva de masa muscular,cuya principal consecuencia es la disminución, también progresiva, de la fuerza y del tono de los músculos de nuestro cuerpo.
El aumento de la esperanza de vida ha hecho que el interés por frenar los síntomas de sarcopenia, que afecta a una población cada vez más numerosa, se incremente y son muchas las investigaciones centradas en disminuir su presencia y sus efectos negativos, que pasan por debilidad, falta de agilidad, fragilidad y progresiva dependencia.
Tal y como explica la Dra. María Luisa de Mingo, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz de Madrid, perteneciente al Grupo QuirónSalud (@quironsalud), la prevalencia de la sarcopenia oscila entre un 5 y un 40% y aumenta exponencialmente con la edad. Así, en personas de 70 años se sitúa entre el 5 y el 13% y en mayores de 80 años entre el 11 y el 50%.
Causas
Las causas de la aparición de sarcopenia son múltiples y, según la doctora De Mingo, incluyen:
Falta de actividad física.
Cambios en el funcionamiento del sistema endocrino relacionados con la edad. Disminuye la testosterona, la hormona de crecimiento y el estradiol, u hormona sexual femenina, y aparece resistencia a la insulina.
Enfermedades crónicas que afectan al corazón, al pulmón, al riñón, al hígado, a funciones endocrinas y de tipo neoplásico o tumoral.
Menor producción de insulina.
Mala alimentación, con aporte insuficiente de proteínas, calorías y nutrientes en general.
Enfermedades que causan malabsorción, como la celiaquía.
Insuficiente cantidad de vitaminas. En este sentido, la vitamina D tiene un importante papel en el metabolismo del músculo y el hueso. En mayores con niveles bajos de vitamina D se ha observado una debilidad muscular proximal que se traduce en dificultad para levantarse de la silla o subir escaleras.
Medicación que disminiye el apetito.
Cómo se diagnostica
Para su diagnóstico, aclara la experta de QuirónSalud, se realizan varias pruebas, que se centran en medir fundamentalmente tres aspectos:
Masa muscular, a través de:
Bioimpedanciometría, que es un examen que permite observar la composición corporal
Densitometría para comprobar la masa ósea.
Densitometría de composición corporal DEXA.
Fuerza muscular, mediante las pruebas:
Dinamómetro para calcular la fuerza
Sentarse y levantarse
Rendimiento y funcionalidad, observados a través de:
Velocidad de la marcha
Levantarse y caminar
Subir escaleras
Andar 400 metros
Su diagnóstico resulta fundamental para evitar problemas futuros, pues la sarcopenia tiene un importante papel en la aparición de fragilidad y deterioro de la capacidad funcional en personas de edad avanzada, condicionando un incremento de la dependencia y de las hospitalizaciones, así como aumentando el riesgo de caídas y, por tanto, de fracturas. De esta forma, su prevención y su mejoría disminuyen la mortalidad.
Cómo prevenirla
El deterioro de las fibras musculares y de su capacidad de contracción es algo propio del paso del tiempo, pero es cierto que no todas las personas mayores muestran los mismos síntomas. ¿Por qué algunas cuentan con una mejor musculatura que les permite una mejor calidad de vida y una mayor independencia? Los expertos coinciden en que el incremento de la sarcopenia no se debe únicamente al envejecimiento, sino a algunos ‘males’ que afectan a nuestra sociedad actual como son la obesidad, la falta de ejercicio por la prevalencia de la vida sedentaria y los hábitos nutricionales poco saludables. En este sentido, llevar unenvejecimiento activoes la mejor medida de prevención.
Para evitar y retrasar la aparición de la sarcopenia, la doctora María Luisa de Mingo lo resume en dos pautas muy básicas: mantener una alimentación adecuada y evitar elsedentarismo.
Cuidar la alimentación
Es recomendable que siga el patrón de una dieta mediterránea, asegurando una cantidad suficiente de calorías, vitaminas, proteínas… En definitiva, una adecuada ingesta proteica. No obstante, en ocasiones es necesario adaptar el aporte proteico al estado nutricional de la persona, así como tener en cuenta otras posibles afecciones, como la patología renal crónica avanzada.
A esto hay que añadir, como menciona la endocrina, que «a partir de los 70 años el apetito disminuye y la cantidad de la ingesta suele ser menor, por lo que el riesgo de una mala nutrición aumenta«.
Huir del sedentarismo
El segundo pilar para prevenir la sarcopenia es realizar actividad física, que no sólo ayudará a tratar este problema, sino que también será útil para evitar el deterioro de los huesos, con una menor probabilidad de sufrir fracturas; problemas coronarios, tensión arterial alta, diabetes, depresión o un colesterol LDL elevado.
Para motivar la actividad física, esta especialista ofrece una serie de recomendaciones:
Ejercicios de resistencia aeróbica, fuerza muscular, flexibilidad y equilibrio.
Moderar la intensidad, y que sea constante.
Caminar o practicar ejercicio durante media hora o 45 minutos cada día.
Consultar con un doctor especializado o profesional licenciado en ciencias de la actividad física para guiar acerca del tipo de ejercicio más adecuado, en caso de tener una determinada patología.
Como conclusión, la doctora María Luisa de Mingo señala que «en estas edades se deben fortalecer los músculos, sobre todo de las piernas, y mejorar la coordinación y el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas».
La osteopenia define una densidad ósea anormal pero no tan baja que se pueda definir como osteoporosis. De hecho, hay fuentes médicas que consideran el término en desuso. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define la osteopenia por densitometría ósea con un puntaje T -1 a -2,5. Si no se trata la osteopenia siguiendo las recomendaciones médicas se puede llegar a desarrollar osteoporosis. Las mujeres tienen más posibilidades de presentar osteopenia a partir de los 30 años que los hombres.
Causas de la osteopenia
Deficiencia de calcio y vitamina D, causas genética, falta de ejercicio físico y premenopausia
A partir de los 30 años el cuerpo reabsorbe las células existentes de los huesos más rápido de lo que tarda en formarse el hueso nuevo con lo que los huesos pierden minerales, masa y estructura debilitándose y aumentando el riesgo de fractura. La densidad ósea máxima alrededor de los 30 años de edad. Cuanto más gruesos sean los huesos en torno a esa edad más tiempo pueden aparecer la osteopenia o la osteoporosis.
La osteopenia puede tener causas diversas como:
– Carencia o inactividad del calcio.
– Carencia o inactividad de la vitamina D.
– Causas genéticas.
– Premenopausia y bajo peso corporal.
– Falta de ejercicio físico.
– Trastornos de la alimentación como la anorexia nerviosa.
– Problemas del metabolismo que no permiten la absorción de vitaminas y minerales.
– Tratamiento de quimioterapia o con medicamentos como los esteroides.
La osteopenia no tiene síntomas. Suele detectarse gracias a las pruebas realizadas para otras enfermedades como prueba confirmación de trastornos que pueden incluir la pérdida de densidad ósea por la enfermedad o por el tratamiento.
Diagnóstico de la osteopenia
Densitometría ósea
La osteopenia se diagnostica mediante una densitometría ósea; prueba que mide la cantidad de masa ósea del esqueleto.
– puntaje T -1,0 o por encima. Normal.
– puntaje T -1 a -2,5. Osteopenia
– puntaje T -2,5 o por debajo. Osteoporosis
– puntaje T -2,5 o por debajo con historia de fracturas. Osteoporosis severa.
Tratamiento y medicación de la osteopenia
Suplementos de calcio y vitamina D y ejercicio físico
El primer paso para tratar la osteopenia consiste en la adopción de una serie de cambios en el estilo de vida que incluyan una dieta saludable y equilibrada rica en fuentes de calcio como la leche y otros productos lácteos además de verduras de hoja verde y productos enriquecidos con calcio.
Hacer ejercicio es importante para tener huesos fuertes como: caminar, bailar, hacer excursiones, utilizar pesas ligeras o bandas elásticas. Estas opciones deben consultarse con el médico o con el fisioterapeuta.
Probablemente el médico prescriba un suplemento de calcio combinado con vitamina D.
Prevención de la osteopenia
Hábitos de vida saludables y detección precoz
Los hábitos de vida saludable que excluyan el tabaco y el alcohol e incluyan una dieta saludable rica en vitamina D y alimentos ricos en calcio además de ejercicio físico moderado y regular favorecen la salud ósea. Aparte, a partir de los 65 años, sobre todo, las mujeres deben someterse a una prueba de densidad ósea de forma rutinaria para conocer la salud de su masa ósea.
La osteoporosis es una enfermedad de los huesos que ocurre cuando el cuerpo pierde demasiado tejido del hueso, o bien cuando el cuerpo produce poco tejido de hueso, o cuando pasan las dos cosas. El resultado de esta enfermedad es que los huesos se debilitan y pueden romperse por una simple caída o, en casos serios cuando la enfermedad está muy avanzada, los huesos pueden romperse por golpes suaves o por simples estornudos.
La palabra Osteoporosis significa “hueso poroso o agujereado”. Si nosotros viéramos un hueso con un microscopio, el hueso sano se vería como un panal de abejas. En cambio, cuando la osteoporosis ocurre, los agujeros y los espacios en ese panal se verían mucho más grandes que en un hueso sano. Es decir, los huesos con osteoporosis perdieron densidad o masa del hueso. A medida que los huesos se vuelven menos densos, se vuelven más delgados, se debilitan y pueden romperse con más facilidad.
Por eso, si usted tiene 50 años o más y se ha roto un hueso, consulte con su médico para hacerse una prueba de densidad de los huesos para verificar las condiciones en las que están.
Esta serie de videos en Español es posible gracias al apoyo de Amgen, comprometidos en su misión de ayudar a pacientes y cuidadores.
La osteoporosis es común
Se sabe que cerca de 54 millones de americanos tienen osteoporosis y una baja densidad de masa de los huesos. Esta baja densidad es la que hace que el riesgo de tener osteoporosis sea mayor. Se cree que 1 de cada 2 mujeres, y 1 de cada 4 hombres mayores de 50 años podrían romperse un hueso debido a la osteoporosis.
La osteoporosis es una enfermedad seria
El romperse un hueso es una complicación grave de la osteoporosis, especialmente en los pacientes de edad avanzada. Los fracturas de huesos con osteoporosis tienen más probabilidades de ocurrir en la cadera, en la columna vertebral o en la muñeca, pero también pueden romperse otros huesos. La osteoporosis puede causar dolor permanente, que algunos pacientes pierdan altura y cuando la osteoporosis afecta a los huesos de la columna vertebral, puede producir una postura encorvada o una joroba.
La osteoporosis puede limitar la capacidad de movimiento y esto lleva al aislamiento de la persona o a que se deprima. También se ha comprobado que el veinte por ciento de los ancianos que se rompen una cadera, se mueren dentro de un año por cualquiera de las complicaciones relacionadas con el propio hueso roto o relacionado a la cirugía para repararlo. Finalmente, muchos pacientes necesitan atención de enfermería a largo plazo.
La osteoporosis es costosa
La osteoporosis es responsable de dos millones de huesos rotos y $19 billones en costos, cada año. Para el año 2025, los expertos predicen que la osteoporosis será responsable de aproximadamente tres millones de fracturas y $25.3 billones en costos anuales.
La osteoporosis puede aparecer silenciosamente
La osteoporosis a menudo es llamada una enfermedad silenciosa porque uno no puede sentir los huesos debilitándose. Los primeros signos de osteoporosis pueden ser: romperse un hueso o notar que la altura de la persona se está haciendo más corta o que la parte superior de la espalda se curva hacia delante. Si usted está experimentando pérdida de estatura o su columna vertebral se hace curva, consulte a su médico inmediatamente.
Enfermedades, condiciones y procedimientos médicos que pueden causar pérdida de hueso
Hay muchos problemas de salud y algunos procedimientos médicos que aumentan la probabilidad de osteoporosis. Si usted tiene cualquiera de las siguientes enfermedades o trastornos, hable con su médico acerca de lo que puede hacer para mantener sus huesos sanos.
Trastornos autoinmunes
Artritis reumatoidea (RA, por sus siglas en inglés)
Lupus
Esclerosis múltiple
Espondilitis anquilosante
Trastornos digestivos y gastrointestinales
Enfermedad celíaca
Enfermedad inflamatoria del intestino (IBD, por sus siglas en inglés)
Cirugía para pérdida de peso
Procedimientos médicos
Gastectromía
Procedimiento de bypass gastrointestinal
Cáncer
Cáncer de mama
Cáncer de próstata
Trastornos de sangre/hematológico
Leucemia y linfoma
Mieloma múltiple
Enfermedad de anemia falciforme (Sickle cell disease)
Trastornos del sistema nervioso/neurológico
Accidente cerebral (Stroke)
Enfermedad de Parkinson
Esclerosis múltiple (MS, por sus siglas en inglés)
Lesiones en la médula espinal
Trastornos de la sangre y de la médula ósea
Talasemia
Enfermedades mentales
Depresión
Trastornos de la alimentación
Trastornos hormonales/endocrinos
Diabetes
Hiperparatiroidismo
Hipertiroidismo
Síndrome de Cushing
Tirotoxicosis
Períodos irregulares
Menopausia prematura
Niveles bajos de testosterona y estrógenos en los hombres
Otras enfermedades y condiciones
SIDA (AIDS/HIV)
Enfermedad pulmonaria obstructiva crónica (COPD, por sus siglas en inglés), incluyendo enfisema
Tríada de la atleta femenina (incluye la pérdida de los períodos menstruales, trastorno de la alimentación y ejercicio excesivo)
Enfermedad crónica de los riñones
Enfermedad del hígado, incluyendo cirrosis biliar
Transplantes de órganos
Polio y síndrome post-polio
Dieta pobre, incluyendo mala nutrición
Escoliosis
Pérdida de peso
Nota: Esta lista no incluye todas las enfermedades y condiciones que pueden causar la pérdida de hueso. Hable con su médico y pregúntele si alguna de las afecciones que usted tiene puede estar causando pérdida de hueso.
Medicamentos que pueden causar pérdida ósea
Algunos medicamentos pueden ser dañinos para los huesos, incluso si usted necesita tomar esos medicamentos para otra condición de enfermedad o trastorno que usted tenga. La pérdida de hueso suele ser mayor si usted toma el medicamento en dosis altas o durante mucho tiempo.
Es importante que usted hable con su médico acerca de los riesgos y los beneficios de los medicamentos que usted toma, y en especial, cómo estos medicamentos pueden afectar a sus huesos. Por favor, no deje de recibir tratamiento y no cambie la dosis de sus medicamentos a menos que su médico le diga que es seguro hacerlo. Si usted necesita tomar un medicamento que causa pérdida de hueso, consulte con su médico para determinar la dosis más baja posible que usted pueda tomar para controlar sus síntomas.
Los siguientes medicamentos pueden causar pérdida de hueso:
Antiácidos que contienen aluminio
Los medicamentos anticonvulsivos (sólo algunos) como el Dilantin® o el Fenobarbital
Los inhibidores de la aromatasa tales como Arimidex®, Aromasin® y Femara®
Medicamentos quimioterapéuticos contra el cáncer
Ciclosporina A y FK506 (Tacrolimus)
La hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) tal como Lupron® y Zoladex®
Heparina
Litio
Acetato de medroxiprogesterona para la anticoncepción (Depo-Provera®)
Metotrexato
Los inhibidores de la bomba de protones (PPI) como Nexium®, Prevacid® y Prilosec®
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como Lexapro®, Prozac® y Zoloft®
Los esteroides (glucocorticoides) como la cortisona y la prednisona
Tamoxifen® (uso premenopáusico)
Tiazolidinedionas como Actos® y Avandia®
Las hormonas tiroideas en exceso
Nota: Esta lista no incluye todos los medicamentos que pueden causar pérdida de hueso.
Osteoporosis y Medicamentos Esteroides
Las medicinas esteroides pueden ser tratamientos de mucha ayuda para algunas condiciones, pero también pueden causar pérdida de hueso y osteoporosis. Estos medicamentos se conocen a menudo como esteroides, glucocorticoides o corticosteroides. Estos no deben confundirse con los esteroides anabólicos, que son las hormonas masculinas que algunos atletas utilizan para construir músculo.
Los médicos recetan esteroides para muchos problemas de salud, incluyendo la artritis reumatoide (pero no para la osteoartritis), el asma, la enfermedad de Crohn, el lupus y las alergias. A menudo se recetan para aliviar la inflamación. También se usan junto con otros medicamentos para tratar el cáncer y las enfermedades autoinmunes, y para complementar los trasplantes de órganos. Los medicamentos esteroides comunes son la cortisona, la dexametasona (Decadron®), metilprednisolona (Medrol®) y la prednisona. Las formas intravenosas de estos medicamentos incluyen el succinato sódico de metilprednisolona (Solu-Medrol®).
Tomar medicamentos esteroides como pastillas en una dosis de 5 mg o más durante tres o más meses puede aumentar la probabilidad de pérdida de hueso y puede desarrollar osteoporosis. Hable con su médico acerca de tomar la dosis más baja por el período más corto de tiempo teniendo en cuenta su condición de salud. Si usted necesita tomar esteroides durante más tiempo, entonces, debe tomar medidas para prevenir la pérdida de hueso. Si usted tiene que tomar esteroides, es muy importante que obtenga suficiente calcio y vitamina D. También es importante que haga ejercicio y que no fume. Recuerde preguntarle a su médico si usted necesita hacerse una prueba para averiguar el estado de su densidad ósea (Prueba de densidad ósea).
Se realizó un estudio retrospectivo de casos y controles que evaluó la asociación de las mediciones 3D derivadas de la DXA con las fracturas vertebrales relacionadas con la osteoporosis. La densidad mineral ósea volumétrica trabecular fue la medida que mejor discrimina entre los grupos de fractura y control.
Introducción: El objetivo del presente estudio fue evaluar la asociación de las mediciones 3D derivadas de DXA en la columna lumbar con fracturas vertebrales relacionadas con la osteoporosis.
Métodos: Analizamos retrospectivamente una base de datos de 74 mujeres posmenopáusicas: 37 sujetos con incidentes de fracturas vertebrales y 37 controles de la misma edad sin ningún tipo de fractura. Se adquirieron exploraciones DXA en la columna lumbar al inicio del estudio (es decir, antes del evento de fractura para los sujetos en el grupo de fractura) y se midió la densidad mineral ósea areal (aBMD). Las mediciones 3D derivadas de DXA, como la DMO volumétrica (vBMD), se evaluaron utilizando un software de modelado 3D basado en DXA (3D-SHAPER). La vBMD se calculó en el hueso trabecular, cortical e integral. También se midieron el grosor cortical y la DMO de la superficie cortical. Las diferencias en las mediciones derivadas de DXA entre los grupos de fractura y control se evaluaron mediante la prueba t para datos no apareados. También se calcularon la razón de probabilidades (OR) y el área bajo la curva de funcionamiento del receptor (AUC).
Resultados: la aBMD del grupo de fractura fue 9.3% menor en comparación con el grupo de control (p <0.01); se encontró una mayor diferencia para la vBMD trabecular en el cuerpo vertebral (- 16,1%, p <0,001). Trabecular vBMD fue la medida que mejor discrimina entre los grupos de fractura y control, con un AUC de 0,733, frente a 0,682 para aBMD. En general, se observaron hallazgos similares dentro de los análisis de subgrupos. El subgrupo de fracturas vertebrales L1 tuvo el AUC más alto en vBMD trabecular (0,827), frente a aBMD (0,758).
Conclusión: Este estudio mostró la capacidad de las mediciones corticales y trabeculares de modelos 3D derivados de DXA para discriminar entre grupos de fractura y control. Es necesario analizar grandes cohortes para determinar si estas mediciones podrían mejorar la predicción del riesgo de fractura en la práctica clínica.
Keywords: modelado 3D; Riesgo de fractura; Osteoporosis; Hueso trabecular; Fractura vertebral; Densidad mineral ósea volumétrica.
Las fracturas óseas osteoporóticas reducen la calidad de vida y aumentan drásticamente la mortalidad. Las técnicas de obtención de imágenes de mínima irradiación, como la absorciometría de rayos X de energía dual (DXA), permiten evaluar la pérdida ósea mediante el uso de la densidad mineral ósea (DMO) como descriptor. Sin embargo, la precisión de las predicciones del riesgo de fracturas sigue siendo limitada. Recientemente, se propusieron algoritmos de modelado 3D basados en DXA para analizar la geometría y la distribución espacial de la DMO del fémur proximal. Este estudio plantea la hipótesis de que tales enfoques pueden beneficiarse de los análisis biomecánicos basados en elementos finitos (FE) para mejorar la predicción del riesgo de fractura. Se incluyeron ciento once sujetos en este estudio y se estratificaron en dos grupos: (a) 62 casos de fractura y (b) 49 controles sin fractura. La caída lateral se simuló utilizando una carga máxima estática que dependía de la masa y la altura del paciente. Los campos mecánicos locales se calcularon basándose en las relaciones entre la rigidez del tejido y la DMO. El área bajo la curva (AUC) del método de características operativas del receptor evaluó la capacidad de los descriptores biomecánicos calculados para discriminar los casos de fractura y control. Los resultados mostraron que el estrés principal principal fue mejor discriminador (AUC> 0,80) que la DMO volumétrica (AUC ≤ 0,70). Se logró una alta capacidad de discriminación cuando el análisis se realizó por tipo de hueso, zona de fractura y género / sexo (AUC de 0,91 para mujeres, hueso trabecular y área del trocánter), y los resultados sugirieron que el hueso trabecular es fundamental para la discriminación de fracturas. En conclusión, Los modelos 3D FE derivados de las exploraciones DXA podrían mejorar significativamente la predicción del riesgo de fractura de cadera; proporcionando una nueva perspectiva para que los médicos utilicen simulaciones de EF en la práctica clínica para el manejo de la osteoporosis.
Keywords: análisis de elementos finitos 3D; DXA; Discriminación por fractura; Fractura de cadera.
Antecedentes: la insulina puede jugar un papel clave en el metabolismo óseo, donde predomina el efecto anabólico. Este estudio tiene como objetivo analizar la relación entre la resistencia a la insulina y la calidad ósea utilizando la puntuación de hueso trabecular (TBS) y la absorciometría de rayos X de energía dual tridimensional (3D-DXA) en mujeres posmenopáusicas no diabéticas mediante la determinación de los compartimentos cortical y trabecular.
Métodos: se realizó un estudio transversal en mujeres posmenopáusicas no diabéticas con osteoporosis sospechada o diagnosticada. Los criterios de inclusión fueron ausencia de menstruación durante más de 12 meses y baja masa ósea u osteoporosis según la definición de DXA. La glucosa se calculó usando un autoanalizador Hitachi 917. La insulina se determinó mediante un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (EIA). La resistencia a la insulina se calculó utilizando un modelo de homeostasis de evaluación de la resistencia a la insulina (HOMA-IR). Por tanto, se recogieron DXA, 3D-DXA y TBS. Además, examinamos los parámetros óseos según el cuartil de insulina, hemoglobina A1C (HbA1c) y HOMA-IR.
Resultados: En este estudio, incluimos a 381 mujeres posmenopáusicas. Las mujeres ubicadas en el cuartil 4 (Q4) de HOMA-IR tuvieron valores más altos de densidad mineral ósea volumétrica (vBMD) pero no TBS. El aumento fue mayor en el compartimento trabecular (16,4%) que en el compartimento cortical (6,4%). Se obtuvieron resultados similares para la insulina. El análisis de los cuartiles por HbA1c no mostró diferencias en los valores de densitometría, sin embargo, las mujeres en el cuarto trimestre tuvieron niveles más bajos de TBS. Después de ajustar por IMC, se mantuvo la significancia estadística para TBS, insulina, HOMA-IR y HbA1c.
Conclusiones: en mujeres posmenopáusicas no diabéticas existió una relación directa entre la resistencia a la insulina y la vBMD, cuyo efecto está directamente relacionado con el mayor peso. El TBS tuvo una relación inversa con la HbA1c, la insulina y la resistencia a la insulina no relacionada con el peso. Esto podría explicarse por la formación de productos de glicosilación avanzada (AGE) en la matriz ósea, que reduce la capacidad y resistencia a la deformación ósea, así como aumenta la fragilidad.
Es bien sabido que la respuesta ósea a la actividad física depende en gran medida de la naturaleza de las cargas impuestas. A pesar de esto, se han realizado pocas comparaciones directas del efecto de la carga de estilo de impacto y el entrenamiento de resistencia en el hueso. Por lo tanto, nuestro objetivo fue comparar los efectos de la carga de alto impacto de 10 meses, dos veces por semana, y el entrenamiento de resistencia de alta intensidad de 10 meses, dos veces por semana, en los índices de fuerza ósea de las extremidades superiores e inferiores de mujeres adultas jóvenes. . Como parte del ensayo OPTIMA-Ex se reclutaron mujeres adultas jóvenes físicamente inactivas, por lo demás sanas (18-30 años) con una masa ósea inferior a la media (puntuación T ≤ 0). Las pruebas incluyeron medidas de masa ósea derivadas de DXA y pQCT e índices de resistencia ósea y medidas derivadas de QUS de la calidad ósea de las extremidades superiores (radio) e inferiores dominantes (D) y no dominantes (ND) (cuello femoral, tibia) , calcáneo). El presente estudio examinó a los participantes que completaron los brazos de entrenamiento de impacto (IT; n = 10) y entrenamiento de resistencia (RT; n = 12) del ensayo. La edad difirió entre los grupos al inicio del estudio (IT = 23,2 ± 3,8 años, RT = 20,5 ± 1,8 años; p = 0,042). El cumplimiento de los programas de entrenamiento no difirió (IT = 61,4 ± 15,1%, RT = 66,4 ± 11,2%, p = 0,381). Las diferencias de edad y de referencia en los resultados óseos sirvieron como covariables para las medidas repetidas y ANCOVA univariante realizado para las variables dependientes y el cambio porcentual, respectivamente. IT mejoró la densidad mineral ósea (DMO) derivada de pQCT distal de la extremidad superior (radio ND: DMO total = 8.55 ± 2.26% versus 1.50 ± 2.04%, p = 0.040 y DMO trabecular = 1.86 ± 0.90% versus -1.30 ± 0.81%, p = 0.029) y miembro inferior (ND tibia DMO trabecular = 1.22 ± 0.55% versus – 0,82 ± 0,50%, p = 0,017), más que RT. IT también mejoró el índice de fuerza ósea del miembro superior (BSI) (ND radio total BSI = 15.35 ± 2.83% versus 2.67 ± 2.55, p = 0.005) y BSI del miembro inferior (D tibia total BSI = 5.16 ± 1.13% versus 0.37 ± 1.02%, p = 0,008; D BSI trabecular tibia = 3,93 ± 1,76% versus -2,84 ± 1,59, p = 0,014, ND BSI tibia trabecular = 3,57 ± 1,63% versus -3,15 ± 1,48%, p = 0,009) más que RT. Por el contrario, la RT mejoró la DMO volumétrica cortical derivada de DXA en el cuello femoral más que la TI (3,68 ± 1,99% frente a -4,14 ± 2,20%, p = 0,021). Los resultados sugieren que la TI y la RT proporcionan diferentes efectos específicos del sitio tanto en las extremidades superiores como en las inferiores,
Keywords: geometría ósea; La masa ósea; Boxeo; Ejercicio de impacto; Saltar Entrenamiento de resistencia; Mujer joven.